Empieza paseando por las sinuosas callejuelas de piedra de Arachova, bordeadas de casas tradicionales del siglo XIX. Encontrarás pequeños cafés que se derraman en los patios, tiendas familiares escondidas en los rincones y ocasionales vislumbres del monte Parnaso en la distancia. En realidad, es el tipo de lugar en el que cada giro conduce a una vista de postal.